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lunes, 24 de febrero de 2014

El éter

El éter

Éter etílico, dietiléter o sulfúrico.
El éter etílico, dietiléter, o éter sulfúrico (nombre vulgar) es un éter líquido, incoloro, muy inflamable, con un bajo punto de ebullición, de sabor acre y ardiente. El éter fue vendido a finales de 1800 como 'medicinal' para las mujeres. No era considerado apropiado que las mujeres beban alcohol, especialmente durante el movimiento del temperance, así que en su lugar se tomaron las medicinas extremadamente potentes cuando los hombres las hacían beber. Un producto fue llamado Drops de Hoffmann, que era 3 porciones de etanol a 1 porción de éter.


  • Mecanismo de acción y formas de empleo:

Sus vías de administración son pulmonares o bucales. Para conseguir efectos lúdicos, generalmente se moja una tela con cualquiera de estos líquidos y se aspira. Al llegar al cerebro disminuye la actividad normal de las neuronas. Dependiendo de su concentración pueden ocasionar: analgesia, excitación, anestesia quirúrgica o depresión total del sistema respiratorio. 


  • Usos terapéuticos:

Debido al potencial altamente inflamable del éter y a la toxicidad del cloroformo, los usos anestésicos de ambos líquidos están restringidos en la actualidad. Los narcotraficantes emplean éter para extraer cocaína de la pasta base hecha con hojas de coca.


  • Dosificación:

Las dosis mínimas de cloroformo se obtienen con una o dos inhalaciones profundas o con la ingestión de 4 a 8 gotas disueltas en algún líquido. El éter requiere el triple o cuádruple de dosis para ofrecer las primeras variaciones sensoriales. No hay datos concluyentes respecto a la dosis letal de ambos psicoactivos, por lo que se recomienda extremada prudencia a quien decida emplearlos.



  • Efectos psicológicos y fisiológicos:

Cuando son administrados oralmente, la duración de los efectos subjetivos de ambos fármacos alcanza entre dos y tres horas. Dosis bajas de éter producen una desinhibición controlable así como una sensación de que se aguzan los sentidos y el intelecto. Dosis medias y altas suscitan alucinaciones visuales y sobre todo auditivas, así como una marcada desinhibición que puede manifestarse en el terreno sexual. Desde fines del siglo XIX se registran casos de "delirio ninfomaníaco" en talleres con atmósferas impregnadas por vapores de éter. En cuanto a sus efectos fisiológicos, el gusto a éter y cloroformo permanece durante días en la boca y la garganta. Su empleo crónico ocasiona dolores estomacales y vómitos, insomnio, irritabilidad, debilidad física y pérdida del impulso sexual.


  • Potencial de dependencia:


Ambos psicofármacos generan dependencia física y psíquica considerable con un mes y medio de uso frecuente; producen tolerancia y sus respectivos síndromes de abstinencia pueden ocasionar desde postraciones nerviosas, hasta violentos delirium tremens con desenlaces fatales.


  • El éter en la filosofía de Aristóteles:

Para Aristóteles (384–322 a. C.) el éter era el elemento material del que estaba compuesto el llamado mundo supralunar, mientras que el mundo sublunar está formado por los famosos cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
A diferencia de éstos, el éter es para Aristóteles un elemento más sutil y más ligero, más perfecto que los otros cuatro (la física de Aristóteles es cualitativa, más que cuantitativa) y, sobre todo, su movimiento natural es circular, a diferencia del movimiento natural de los otros cuatro, que es rectilíneo.



  • El éter y las teorías de la luz:

Hacia finales del siglo XIX, James Clerk Maxwell (1831-1879) había propuesto que la luz era una onda transversal. Como parecía difícilmente concebible que una onda se propagase en el vacío sin ningún medio material que hiciera de soporte se postuló que la luz podría estar propagándose realmente sobre una hipotética sustancia material, para la que se usó el nombre de éter (debido a algunas similitudes superficiales con la hipotética sustancia de la física aristotélica).
Según se pensaba entonces: debido a que la velocidad de la luz dependería de la densidad del medio, siendo en general más lenta en medios más densos, se propuso que el éter habría de tener una densidad ínfima y un gran coeficiente de elasticidad. Esta explicación estaba presente en los tiempos de formulación de la teoría del campo electromagnético por Maxwell (1831-1879), Lord Kelvin (1824-1907) y Nikola Tesla (1856-1943), en la que el concepto de éter se incluía de manera semejante al moderno concepto de campo electromagnético.

Trabajo realizado por Juan Ignacio Herrero Peñas, 1ºC BACH.



2 comentarios:

  1. El éter es un material que pocas veces la gente habla sobre él en la actualidad pero que la gente utilizaba no hace mucho. Sin embargo, todos algunas veces hemos pensado utilizar el cloroformo pero de manera de divertida,es decir, conocemos lo que es el cloroformo pero pocas veces hemos oído hablar sobre el éter. Me sorprende un poco el uso terapéutico pero a la vez me parece interesante
    Sobre la entrada, es una de las entradas que más me ha gustado. Está bastante completa y dispone de muchas fotos que te llevan a la época industrial. Además el hilo es muy interesante y te mantiene enganchado. Enhorabuena.
    Un saludo,
    Andrés Aragoneses de Andrea Nº2 1ºC

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